Actualmente, frente a un paradigma basado en el alumno como centro del
problema en las dificultades de aprendizaje educativo hemos llegado a un nuevo
concepto donde se habla de sujetos con necesidades educativas especiales.
Bajo este prisma, se hace hincapié en la idea de que es el sistema educativo es el que debe poner los medios necesarios
para dar respuesta a las necesidades de estos niños. El contexto es
ahora más amplio, no se considera que el origen del problema está en el alumno,
sino que se analiza la interacción de éste con la institución escolar para dar
respuesta a las necesidades que el plantee.
El concepto de necesidades educativas especiales (n.e.e) nos lleva, por
otra parte, a considerar que todos los alumnos tienen sus propias necesidades
educativas (sean especiales o no). De esta manera, los alumnos se encontrarían
dentro de un continuo en el que irían apareciendo grados de especificidad cada
vez mayores en las necesidades. Esta concepción educativa está basada en los
principios de normalización, individualización e integración.
El currículum de los sujetos con n.e.e., no puede ser otro que el
currículum ordinario de la enseñanza obligatoria, realizando en él las
oportunas adaptaciones, más o menos específicas, para atender a las diferencias
que presentan algunos sujetos. En este ámbito es en el que se plantea el
concepto de adaptaciones curriculares.
Las adaptaciones curriculares son
estrategias educativas para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje en
algunos alumnos con necesidades educativas específicas. Estas estrategias
pretenden, a partir de modificaciones más o menos extensas realizadas sobre
el currículo ordinario, ser una respuesta a la diversidad individual
independientemente del origen de esas diferencias: historial personal,
historial educativo, motivación e intereses, ritmo y estilo de aprendizaje.
Por un lado, se trata de una estrategia de planificación y de actuación
docente para responder a las necesidades de cada alumno. Pero, a la
vez, se trata de un producto, ya que es una programación que contiene
objetivos, contenidos y evaluaciones diferentes para unos alumnos, e incluso
organizaciones escolares específicas, orientaciones metodológicas y materiales
adecuados.
En sentido amplio, una adaptación curricular se entiende
como las sucesivas adecuaciones que, a partir de un currículo abierto, realiza
un centro o un profesor para concretar las directrices propuestas por la
administración educativa, teniendo presente las características y necesidades
de sus alumnos y de su contexto. En sentido restringido, el concepto de
adaptación curricular se refiere a aquellas adecuaciones de índole más
específica que se realizan pensando, exclusivamente, en los alumnos con
necesidades educativas especiales que no son necesarias para el resto de los
alumnos.
Las Adaptaciones curriculares se deben llevar a cabo en cualquier centro
educativo (centros públicos, privados o concertados) y en cualquier nivel
educativo (Infantil, Primaria o Secundaria Obligatoria). Además la elaboración
de las ACI se realizará dentro del proceso ordinario de planificación de la
acción educativa.
RECUPERADO DE: http://www.fundacioncadah.org/web/articulo/.
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